Washington, 19 jul (Prensa Latina) La nueva regla de restricción de asilo solo se aplica hoy en dos estaciones de la estadounidense Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), mientras el Gobierno duda que la norma sobreviva los desafíos legales.
El jefe interino de la CBP, Mark Morgan, declaró a la organización de medios públicos NPR que la polémica regulación, revelada a inicios de esta semana, solo se está implementando como un pequeño programa piloto, y que los funcionarios esperan su bloqueo en los tribunales.
La regla, publicada el martes en el Registro Federal, significa un cambio significativo en el sistema de asilo, porque prohíbe solicitar esa protección a quienes lleguen a territorio norteamericano tras pasar por un tercer país.
Tal regulación solo dejaría de aplicarse si quien realiza la petición fue objeto de trata de personas, si la nación por la que atravesó anteriormente no es signataria de alguno de los principales tratados internacionales de gestión de refugiados, o si buscó protección en otro territorio y allí le fue negada.
Aunque el nuevo reglamento federal nos permite aplicarlo en las dos mil millas a lo largo de la frontera suroeste, no lo vamos a hacer. Realmente lo estamos aplicando en un solo lugar, expresó Morgan.
Precisó que la normase está cumpliendo únicamente en dos estaciones de la CBP en el valle del río Grande, Texas, donde el personal está informado acerca de qué hacer y cómo proceder.
La medida, que de ponerse en práctica en toda la frontera sur significaría negarle la posibilidad de pedir asilo a la mayoría de los migrantes que viajan a través de México, incluidos quienes huyen de la violencia en países centroamericanos, generó de inmediato gran rechazo a nivel nacional.
Grupos de defensa de los derechos civiles presentaron demandas contra la norma en cortes de California y en esta capital, y además llamaron a los jueces a bloquear de inmediato su implementación.
En ese sentido, Morgan manifestó que no espera que la política se mantenga vigente por mucho tiempo, porque anticipan que sea frenada a partir de una orden judicial. «Luego tendremos que partir desde ahí, como desafortunadamente sucede muchas veces», dijo.
Ante las declaraciones del jefe de la CBP, Lee Gelernt, del Proyecto Nacional de Derechos de los Inmigrantes de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles, dijo que anteriormente la administración no había presentado la regla como una medida a corto plazo.
Sostuvo que el aviso no contiene esa limitación y que el Gobierno nunca la había mencionado, ni siquiera en una llamada ayer con un juez que evalúa el tema.
El abogado de una de las organizaciones que demandó contra la norma consideró probable que el ejecutivo esté dando ahora marcha atrás «dada la simple ilegalidad de la regla», pero advirtió que ya sea que se aplique en toda la frontera o solo en dos lugares, causará un daño grave y por eso continuarán desafiándola.